dilluns, 27 d’abril del 2015

El Moviment NO és Educatiu

“El placer de la victoria y la capacidad de fabricar con cada triunfo y cada derrota un recuerdo y una enseñanza, es una de las virtudes del deporte. El apoyo, la admiración, el respeto, los límites, el cansancio extremo, el dolor en las entrañas, la satisfacción, aun después de la derrota, por haber cumplido, por no renunciar todavía, por continuar con vida. Son cosas de las que me gustaría escribir algún día. ¿Y el contrincante? El contrincante que me espere porque mañana voy a ganarle (...).

No considero este texto educativo, simplemente se están narrando los sentimientos de una persona que parece hecha por y para el deporte. Dice todo lo que nos gustaría escuchar en ocasionen en las que te sientes derrotado e inútil (con perdón), lo considero simplemente un texto motivacional que no enseña nada nuevo. Incluso creo que en muchos casos se excede con sus palabras, dice cosas demasiado exageradas, que solo pueden llegar a resultar útiles para gente de pensamientos muy similares. En mi opinión no todo debe hacerse por el placer de la victoria o pensar en que vas a ganar al rival al día siguiente, creo que uno debe pensar solo en si mismo y en lograr superarse a si mismo sin estar tan obsesionado con la victoria. A continuación os mostraré un vídeo, el cual considero muy parecido al texto, cosas que quieres escuchar cuando necesitas motivación, pero que no nos enseñan nada.

“El deporte contemporáneo es un formidable laboratorio ideológico. El deporte espectáculo es ese opio del pueblo que moviliza a centenares de millones de aficionados fanatizados, multitudes enormes de partidarios de lo inútil o de lo irrisorio, hordas ruidosas de fieles incondicionales, que, en ciertas oportunidades, pueden transformarse en jaurías sanguinarias de venganza o linchamiento, como lo demostraron los acontecimientos dramáticos ocurridos en los estadios de Heysel (Bélgica) en mayo de 1985 y de Cheffield (Gran Bretaña) en 1989; ese opio, pues es objeto de un consenso absoluto.”

Este texto describe muy bien lo que es, en parte, el deporte actual. Ciertamente, no dejan de sorprendernos cada día los nuevos acontecimientos de violencia física, verbal, vandalismo y actos, propios de gente que lo vive como un fanatismo, llevado al más puro límite. Algunos ni tan siquiera ven el partido, simplemente se dedican a “defender” a su equipo y a los suyos agrediendo a hinchas rivales, ese es su juego. Sin duda, son el lado oscuro del deporte. Por tanto, diríamos que estamos, en este caso, ante un enfoque negativo, una parte no educativa del movimiento.

“El deporte contemporáneo es un formidable laboratorio ideológico. El deporteespectáculo es ese opio del pueblo que moviliza a centenares de millones de aficionados fanatizados, multitudes enormes de partidarios de lo inútil o de lo irrisorio, hordas ruidosas de fieles incondicionales, que, en ciertas oportunidades, pueden transformarse en jaurías sanguinarias de venganza o linchamiento, como lo demostraron los acontecimientos dramáticos ocurridos en los estadios de Heysel (Bélgica) en mayo de 1985 y de Cheffield (Gran Bretaña) en 1989; ese opio, pues es objeto de un consenso absoluto.” 

He elegit aquest fragment sobre l’esport i el control social escrit per Jean Marie Brohm on en aquests cas, crec que ofereix una visió no educativa del moviment. L’esport, com qualsevol altra activitat de la vida quotidiana pot transmetre valors desitjables o no desitjables segons el tipus de relacions interpersonals del context social de la seua pràctica. Per tant, com podem observar al text i com dia Peter Arnold, aquesta pràctica no esta baix unes condicions moralment acceptables i per tant no pot transmetre valors desitjables. Molts joves imiten allò que veuen i allò que viuen i pot ser que aquestes experiències en l’esport no siguen sempre per a transmetre valors desitjables.

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